RESUMEN
AUTOENGAÑO-RESUMEN
Sería injusto e incierto atribuir autoengaño únicamente a quienes -como los adictos- sufren un trastorno o menoscabo psíquico o volitivo. La afirmación: "todos tenemos un quantum de autoengaño más o menos grande o grave que echarnos a la espalda", significa que solo cuando el autoengaño supone una traba o hándicap hay que neutralizarlo. Los hinchas (supporters), fans, políticos, adeptos, etc. son colectivos amplios con un grado de autoengaño que no les suele invalidar. Pero un drogodependiente no puede permitirse el lujo de mantener el autoengaño en lo relativo a su dependencia. Las onerosas asociaciones del calificativo "mentiroso" no debieran impedirnos profundizar en un asunto crucial para el devenir del adicto cual es la errónea percepción del entorno de consumo. Esa errónea percepción del mundo, le puede suponer un eterno retorno a la recaída sin siquiera darse cuenta. Precisamente en ese "no darse cuenta", en la conciencia del problema es donde el autoengaño es más nocivo y mórbido.
El sujeto adicto aprende a mentir sistemáticamente como respuesta adaptativa a su difícil vida, en la que debe justificar (falazmente) comportamientos socialmente inaceptables o que le provocan problemas. Además, tiene alterados todos los circuitos cognitivos: el perceptivo-aferencial, mediante un registro sesgado e interesado de la realidad exterior y el elaborativo: conjunto de creencias distorsionadas que pueden llegar a ser irracionales, aunque -curiosamente- no es la irracionalidad una característica destacable, ya que numerosos adictos emplean la lógica para manipular y son hábiles argumentando lo que el interlocutor quiere oír.
En síntesis, el autoengaño sería como un lenguaje automático regido por un impulso mediatizado por necesidades concretas que modulan la respuesta del sujeto de forma irracional e irreflexiva. Los adictos se parecen tanto entre sí porque el autoengaño cambia la personalidad, sometiendo y anulando el verdadero carácter para convertir al adicto en un sujeto insincero, que manipula sistemáticamente tanto a los demás como a sí mismo y que, a fuerza de tanto engañar y engañarse, se vuelve suspicaz, huraño e incrédulo, llegando a negar las evidencias. El sujeto, por tanto, se desconoce, incluso se ignora, comportándose de acuerdo con patrones que le resultan cómodos pero que le son ajenos. Vive en un mundo propio dominado por la falta de objetividad y con pérdida del sentido práctico, de manera que sus proyectos de vida se alejan de sus posibilidades reales para entrar de lleno en el terreno de lo imaginario o utópico. En consecuencia, el engaño y el autoengaño forman parte de la constelación caracteropática general del sujeto, condición aprendida y desarrollada a lo largo de la vida adictiva.
Las drogas destruyen física, mental, emocional, espiritual, familiar y socialmente, todas son adictivas y mortales, algunas son más adictivas que otras, pero todas tienen el mismo fin, un hospital, la cárcel o la muerte, por eso ayudamos en la prevención y la rehabilitación de personas con problemas de adicción. Si este es tu caso o el de un familiar, contáctanos, te ayudamos o te orientamos para que sepas que hacer.